Existen en la vida duplas inseparables, y luego están el mexicano y los tacos. Desde que el tiempo es tiempo, en México se tiene la confianza de que en alguna esquina o cruce estarán a disposición unos deliciosos tacos.
Llega la ribera nocturna y con ella los parroquianos no de un recinto, sino de una calle, son atraídos por el cautivante aroma de los tacos de confianza; y un tropel de desesperados oficinistas brotan fuera de sus empresas para liberarse del resabio de amargura y almorzar en aquel puesto de fe y rutina que es el de sus tan anhelados tacos.
Callejeros o de restaurantes, preparados en casa o salidos de taquizas para eventos, en verdad pareciera que el mexicano ha estado ligado a los tacos desde el principio de los tiempos. Pero, ¿esto siempre fue así?
¿Cuál fue el origen de los tacos mexicanos? ¿Cómo es que tan singular platillo se volvió distintivo indiscutible de la cultura de México? En esta ocasión te contaremos sobre el surgimiento de esta deliciosa comida.
Historia de los tacos
La verdad es que el origen exacto de los tacos se desconoce. Por esa misma razón es que hay muchas teorías en torno al momento en el que surgió el alimento que conforma las taquizas para fiestas en cdmx. Sin embargo, algo seguro es que los tacos siempre han estado ligados con el maíz.
Algunos creen que el taco nació como la base de una dieta olmeca, ello debido a vestigios hallados en tal cultura prehispánica de maíz nixtamalizado. Otras versiones indican que ya Moctezuma utilizaba una tortilla —conformada por maíz, cochinilla, chile y frijol— como una cuchara para sus alimentos.
Y aunque poco tiene que ver con una parrillada argentina cdmx, según Bernal Díaz del Castillo, los banquetes hechos para Hernán Cortés y sus soldados consistieron en platillos de carne de cerdo y tortillas; así, en cierta medida, en Coyoacán aconteció la primera taquiza de la historia.
Aun así, en una entrevista realizada con el historiador gastronómico Jeffrey M. Pilcher, investigador enfocado en la comida mexicana, el experto hizo hincapié en los orígenes desconocidos del taco, recalcando que su teoría data del siglo XVIII, sin embargo, las primeras referencias del platillo aparecen hasta finales del siglo XIX. Por este motivo se puede constatar que el taco no es especialmente una expresión ancestral que se remonte a tiempos inmemoriales.
Se trate, pues, de estos supuestos prototacos o de un alimento de obreros surgido en siglos más recientes, es indudable que el taco se ha incrustado en la identidad colectiva mexicana. Si bien, tal vez no haya un registro específico para el origen del taco, sí es posible dar un pequeño rastreo a algunas de sus diversas presentaciones. Veamos algunos ejemplos:
Tacos contemporáneos
Definitivamente fue en el siglo XX cuando los tacos adquirieron su indiscutible imagen como comida mexicana por excelencia. La urbanización de diversas regiones del país llamó a un nuevo tipo de clase social, misma que precisaba de un alimento rápido de preparar y de comer. Esto no hizo sino popularizar la oferta y demanda de los tacos.
Si bien, dependiendo de sus variantes, hay algunos tacos cuyo consumo tradicional antecede a tal siglo, es a partir del XX cuando esta comida se vuelve más solicitada. Veamos el caso de algunos tacos.
Tacos al pastor
Probablemente el taco más popular a nivel mundial. Consumido en todo el país, pero asociado principalmente a la Ciudad de México. La preparación de su sabrosa carne se asemeja a la del Kebab, y es que el origen de este taco se encuentra con la llegada de inmigrantes libaneses a la República.
Tacos árabes
Pero la magia libanesa no se detuvo ahí. Asentados en Puebla, durante los años veinte, estos amables inmigrantes añoraban al shawarma, platillo típico de Medio Oriente conformado de cordero, vinagre y za’atar dispuestos en un fino pan.
En México, el cordero se sustituyó por el cerdo, el za’atar por el orégano y el perejil, y el pan árabe por la tortilla. La carne también es colocada en un trompo, como la del pastor, de hecho, este último es un derivado del taco árabe.
Este taco se presenta con su tortilla enrollada, su carne no suele llevar adobo (como sí lo hace la del pastor) y es bastante consumido en su lugar de origen, es decir, Puebla.
Tacos de canasta
Otros tacos bastante conocidos surgen de Tlaxcala, en la década de los cincuenta, y fueron la respuesta a una crisis económica que el estado atravesaba en aquel entonces.
Compuestos de alimentos relativamente baratos —papa, chicharrón, frijoles y adobo— estos tacos se bañan en manteca derretida y son dispuestos en una gran canasta, la cual, tradicionalmente, se coloca en una bicicleta para así repartirlos. A estos tacos también se les conoce como tacos sudados.
Tacos de cochinita
La cochinita pibil es un delicioso platillo típico de la cocina mexicana, originario de la península de Yucatán, y se remonta a la época prehispánica, en la que se utilizaban especias como el chile para dar una mayor sazón a la comida.
La llegada de los españoles significó la entrada, domesticación y consumo del cerdo, lo cual terminó de dar forma a este exquisito platillo.
Pib significa “enterrado” o “cocinado bajo tierra”, y el término revela el delicado proceso artesanal por el cual se consigue la cochinita pibil. En un horno subterráneo, construido de piedra y leña, se deposita la carne de cerdo, envuelta y protegida por hojas de plátano, y se cuece a altas temperaturas, alcanzando hasta los 200 grados centígrados.
Así, la carne, aderezada por las especias y por la promesa de un instante de delicia termina tan suave que es fácilmente desmenuzada. Lo lógico es servirla en tacos, acompañados por el complemento de la cebolla morada.
Pese a que el origen del taco es incierto, la verdad es que esta comida, a pasos agigantados, terminó por asociarse a la identidad mexicana. Y nadie puede negar lo delicioso de su sabor. Si te gustó este artículo y deseas conocer más sobre carnes y taquizas te invitamos a compartir esta nota en tus redes sociales, así como a visitar nuestro blog.